top of page
  • Foto del escritorJavi Navas Llorente

Píldoras de fantasía. «Feliz Navidalloween». El hogar triste.

Actualizado: 7 may 2023

Talleres gratuitos de iniciación a la escritura creativa:


Feliz Navidalloween, fantasía y aventuras. Juvenil.  www.javinavas.es

Pronto podré poner el punto final al primer borrador de mi nueva novela de fantasía juvenil.

¿De qué va?

Un joven ha sido enterrado. Está muerto, no sufras aún. Pero aun así se despierta, y una voz le dice que debe dirigirse hacia Purgahuesos, un lugar a medio camino entre el cielo y el infierno, pues no está claro adónde terminará.

Los detalles y las actualizaciones de esta novela los puedes encontrar en esta misma plataforma.

Aún me quedan muchas palabras por escribir, pero estas son algunas de las que he añadido esta semana. Ya me dirás si te gustan:

Incluso la casa de Sandalio se mostraba fría, oscura y gris. Las paredes absorbían la luz de las antorchas como si necesitasen energía desesperadamente. Por más que Sandalio le suplicó, al principio, y le riñó después, su hogar no recuperó el ánimo ni la calidez. Las puertas chirriaban y las ventanas se quejaban al ser abiertas. Muchas arañas tejieron sus telas en esquinas donde anteriormente solo se les había permitido ir de paso. Algunas de las grandes hojas que recubrían la fachada amarillearon y otras se desprendieron, tapizando el jardín de lágrimas vegetales. ―Si es que estás arrugada ―le decía Sandalio―. Venga, si tú te animas a lo mejor ella también ―razonaba con voz suave y suplicante―. ¿No vas a decir nada? ―El hombre frunció el ceño y apretó los dientes―. ¡Eres mi casa, no la de ella! ¿Se puede saber qué te ocurre? ―De repente, la fachada se oscureció mucho más y un crujido desolador acompañó al encogimiento de las paredes y el techo―. ¡Perdón, perdón, perdón! No hablaba en serio, por favor... ¡Vas a enfermar! Nada funcionó y algunas ventanas dejaron de abrirse. La piedra de las paredes se endureció y se volvió más quebradiza. Los troncos que las recorrían se agrietaron y se resecaron. Caminar por sus alrededores se hacía complicado, pues los tobillos quedaban enterrados entre miles de hojas y ramitas que no dejaban de caer con pesar.

19 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page